Un cachorro de foca ingresó de manera inesperada a un bar en Richmond, en la Isla Sur de Nueva Zelanda, provocando sorpresa entre clientes y trabajadores. El animal avanzó tranquilamente hasta la zona del fregadero, donde permaneció resguardado mientras el personal del establecimiento contactaba a las autoridades.
Elementos de rescate acudieron al lugar y lograron capturar al ejemplar sin dificultades, para posteriormente trasladarlo a un punto seguro de la costa. El hecho coincidió con reportes previos de avistamientos del mismo cachorro en calles cercanas, lo que sugiere que llevaba varias horas desplazándose fuera de su hábitat natural.








