La ciudad de Chihuahua enfrenta una preocupante situación en su infraestructura vial, con cuatro puentes que no funcionan y representan un riesgo para los ciudadanos. El puente de Riveras en Río Colorado lleva dos meses cerrado y está a punto de colapsar, mientras que el de la Avenida Oriente 1, que no duró ni un año, ha estado cerrado por tres meses. A esto se suman el puente de la Avenida Pacheco y el de la Avenida Juan Pablo II, donde la contención deteriorada expone a peatones a caídas de hasta 15 metros.

A pesar de esta situación, el municipio ha anunciado la construcción de tres nuevos puentes vehiculares, lo que ha generado descontento entre vecinos y conductores. Ellos consideran que estos proyectos son irrelevantes frente a la falta de atención a los puentes existentes, cuya falta de mantenimiento no solo retrasa sus desplazamientos, sino que también pone en peligro sus vidas. Los ciudadanos instan a las autoridades a priorizar la reparación y el mantenimiento de la infraestructura existente para evitar accidentes.