Durante la temporada invernal, las enfermedades respiratorias registran un incremento significativo debido a las bajas temperaturas y los cambios bruscos de clima, lo que se refleja en un mayor número de consultas médicas. Niños, adultos mayores y personas con el sistema inmunológico debilitado son los grupos más vulnerables a estos padecimientos.
Entre las afecciones más comunes se encuentran los cuadros gripales, tos persistente, irritación de garganta, problemas de oído y congestión nasal. Especialistas subrayan la importancia de la prevención, recomendando abrigarse adecuadamente, evitar exposiciones repentinas al frío, cubrir nariz y boca al salir de lugares cálidos, y acudir al médico ante los primeros síntomas, evitando la automedicación para recibir un tratamiento oportuno y adecuado.
