La depresión en adultos mayores es un problema de salud mental que a menudo pasa desapercibido o se confunde con los cambios propios del envejecimiento. Sin embargo, especialistas alertan que esta condición impacta significativamente en la calidad de vida de quienes la padecen. Puede manifestarse a través de síntomas como tristeza persistente, falta de energía, pérdida de interés en actividades cotidianas, dificultades para dormir o tendencia al aislamiento social.
El sentir tristeza y la necesidad de no sentirse productivos son factores que contribuyen a la depresión en adultos mayores. Esta etapa implica una transformación en la vida social y emocional de la persona, y se recomienda la participación en actividades que no requieran gran esfuerzo físico, pero que los mantengan socialmente activos.