Un incendio de gran magnitud consumió más de 170 edificios en la ciudad de Oita, en la isla japonesa de Kyushu. El fuego inició en un área costera y se extendió rápidamente debido a los fuertes vientos, el clima seco y la cercanía de casas de madera.

Una persona falleció y otra resultó herida, mientras decenas de habitantes tuvieron que ser evacuados. Bomberos y helicópteros trabajaron durante horas para frenar el avance de las llamas, que también alcanzaron zonas boscosas y una pequeña isla cercana.