En un hospital de Indore, India, dos recién nacidos fallecieron después de ser mordidos por ratas en la unidad de cuidados intensivos neonatales. Aunque las autoridades del hospital insisten en que las muertes fueron causadas por complicaciones congénitas y septicemia, la presencia de roedores en el hospital ha sido calificada como un grave caso de negligencia.

Como respuesta, se ha multado a la empresa de control de plagas, se han suspendido a dos enfermeras y se ha suspendido a una jefa de enfermería.