La celebración de las posadas en Chihuahua ha experimentado cambios significativos a lo largo de los años, transformándose de su significado tradicional a reuniones sociales o familiares. Los chihuahuenses ahora prefieren disfrutar de esta festividad con música moderna, dinámicas e intercambio de regalos, en compañía de familia o amigos.
Muchos han dejado de lado tradiciones como romper la piñata, argumentando la ausencia de niños en las familias o el uso excesivo del celular. Las posadas han dejado de ser estrictamente religiosas y han abandonado la procesión tradicional, convirtiéndose en una oportunidad para compartir momentos divertidos en familia o con amigos.