El consumo de alimentos en la vía pública puede generar varios riesgos para la salud, principalmente debido a la falta de control en la higiene y la manipulación de los productos. La preparación sin cumplir con las normas sanitarias adecuadas aumenta la posibilidad de contaminación por bacterias, virus o parásitos, lo que puede provocar enfermedades gastrointestinales. Entre las enfermedades gastrointestinales comunes relacionadas con la comida callejera se encuentran la gastroenteritis, salmonelosis, fiebre tifoidea, cólera, intoxicación alimentaria y la dosis.

Otro factor de riesgo es la conservación inadecuada de ingredientes que requieren refrigeración, como carnes, lácteos y mariscos. Incluso una pequeña cantidad de alimento contaminado puede representar un peligro y causar un proceso infeccioso. Para reducir estos riesgos, se recomienda consumir alimentos en establecimientos con certificaciones de higiene y buenas prácticas de preparación, lavarse las manos antes de comer, verificar la limpieza del lugar y evitar productos crudos o poco cocidos.