Una violenta tormenta de granizo golpeó al sur de Brasil, donde enormes bloques de hielo cayeron con tal fuerza que perforaron techos, destruyeron ventanas y dañaron vehículos. El fenómeno dejó cientos de heridos y a miles de familias con afectaciones en sus casas y servicios básicos.
Se anunció un plan de asistencia con materiales de construcción, apoyos económicos y labores de limpieza y rehabilitación. Además, se pidió a la población seguir las meteorológicas oficiales.








