Un incendio de gran intensidad se registró en un edificio departamental de la ciudad de Nueva York, causando severos daños estructurales, principalmente en los pisos superiores del inmueble. El siniestro generó una amplia movilización de los cuerpos de emergencia, luego de que las llamas se propagaran rápidamente y amenazaran a los residentes del lugar.
Decenas de bomberos acudieron al sitio y trabajaron durante varias horas para contener el fuego, evitar que se extendiera a edificios cercanos y facilitar la evacuación de las personas que se encontraban en el interior. Debido a la fuerza del incendio, una parte del techo colapsó, lo que complicó las labores de control y enfriamiento de la zona afectada.
Como resultado del incidente, tres personas resultaron con heridas leves, al igual que un elemento del cuerpo de bomberos, quienes fueron atendidos por paramédicos en el lugar sin que fuera necesario su traslado a hospitales. No se reportaron víctimas mortales.