En Okayama, Japón, una mujer de 32 años celebró una boda con Klaus, un personaje virtual creado mediante inteligencia artificial. La ceremonia fue organizada por una empresa especializada en matrimonios con parejas digitales, y la novia utilizó gafas de realidad aumentada para interactuar con su compañero virtual, participando incluso en el intercambio de anillos.
Aunque el enlace carece de validez legal, el evento ha generado un debate sobre las relaciones emocionales con seres digitales. La mujer explicó que desarrolló al personaje tras una ruptura sentimental y que encontró en él comprensión y acompañamiento emocional, reflejando el creciente impacto de la tecnología en la vida afectiva y social.








