En un fenómeno sin precedentes, un grupo de leones del desierto en Namibia ha modificado su comportamiento natural y se ha trasladado hacia la costa atlántica para cazar focas, convirtiéndose así en los únicos leones marinos conocidos en el mundo. Este cambio radical se debe al impacto del cambio climático y la escasez de presas en su hábitat desértico original, lo que los ha obligado a adaptarse para sobrevivir.

Adaptación forzada por el cambio climático

Estos leones han comenzado a establecer nuevas generaciones en la costa, alimentándose también de cormoranes y flamencos. Expertos destacan este caso como un ejemplo de resiliencia animal, aunque advierten que refleja la grave alteración de los ecosistemas africanos. La comunidad científica insiste en la necesidad de proteger a estos felinos y garantizar la conservación de su entorno antes de que los efectos del cambio climático sean irreversibles.