Un conductor de transporte de carga compartió una experiencia ocurrida mientras transitaba por la zona de La Rumorosa, donde su unidad sufrió una falla mecánica que lo obligó a detenerse en la orilla del camino. Tras solicitar asistencia por radio, el hombre se resguardó en la cabina del tráiler a la espera de ayuda.
Minutos después, una mujer de edad avanzada se aproximó a su ventana solicitando auxilio bajo el argumento de que su vehículo también se había averiado detrás de la pesada unidad. El relato destaca que la actitud insistente de la mujer y las advertencias de otro colega evitaron que el chofer descendiera del camión.
El operador del tráiler señaló que, pese a las peticiones de la mujer para que bajara a ayudarla, decidió permanecer encerrado debido a una sensación de desconfianza provocada por el aspecto y la forma de hablar de la persona.
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Durante el incidente, otro trailero que circulaba por la zona comenzó a accionar el claxon y las luces de manera insistente, lo que motivó al conductor varado a alejarse de la puerta y refugiarse en el camarote. La mujer intentó forzar la entrada metiendo las manos por el espacio de la ventana antes de retirarse del lugar sin dejar rastro de algún vehículo averiado en la zona.
La situación se aclaró horas más tarde cuando el protagonista de la historia se detuvo en un restaurante frecuentado por transportistas. En ese sitio, el chofer que había accionado el claxon se acercó para explicarle el motivo de sus señales.
Según el testigo, desde su posición elevada pudo observar que la mujer que intentaba ingresar al tráiler no tenía extremidades humanas, sino extremidades similares a las de una cabra. Esta revelación confirmó los temores del conductor, quien asoció el evento con las historias de apariciones que se cuentan sobre ese tramo carretero en Baja California.
