La diabetes es una enfermedad crónica que puede afectar seriamente la salud visual, ya que los niveles elevados de glucosa en la sangre pueden dañar los vasos sanguíneos de la retina. Esta condición puede desarrollarse de forma silenciosa sin presentar síntomas en etapas tempranas.

Entre las principales consecuencias oculares de la diabetes se encuentran la retinopatía diabética, el edema macular, las cataratas y el glaucoma, que pueden provocar visión borrosa y pérdida de agudeza visual. Se recomienda a las personas con diabetes acudir al menos una vez al año a una revisión completa y mantener un estilo de vida saludable.