El pasado 31 de octubre, las calles del norte de Ciudad Juárez se llenaron de luces, disfraces y niños pidiendo dulces en la tradicional noche de Halloween. Familias enteras participaron en la festividad, destacando la creatividad en la decoración y el entusiasmo de los más pequeños. En la calle Chapala, una familia llamó la atención con su original temática de villanos, cuya preparación inició desde septiembre.
Doña Guille, vecina de la colonia Melchor Campo, compartió que lleva 30 años repartiendo dulces cada Halloween, motivada por la felicidad de los niños. Mientras tanto, dos jóvenes contaron que confeccionaron sus propios disfraces con fomi, listones y ropa reciclada, demostrando que la imaginación y el espíritu festivo siguen siendo parte esencial de la celebración juarense.








