Comer pescado en mal estado puede acarrear varios riesgos para la salud, por lo que es crucial comprar comida fresca. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que cuando pescados como el atún o la sardina, ricos en histidina o proteína, no se enfrían o conservan adecuadamente, las bacterias pueden convertir la histidina en histamina.
La histamina puede provocar una serie de síntomas adversos, incluyendo erupciones en la piel, sudoración, un sabor metálico o picante en la boca, náuseas, vómitos, diarrea y dolor de cabeza.