El pan de muerto es una de las tradiciones más emblemáticas del Día de Muertos, celebrado el 2 de noviembre. Su forma circular representa el ciclo de la vida y la muerte, mientras que los “huesos” de masa en forma de cruz simbolizan los puntos cardinales. Reconocido a nivel mundial, este pan atrae a extranjeros interesados en aprender su preparación y en conocer su profundo significado cultural.

De la masa al altar: el proceso artesanal

Su preparación incluye ingredientes tradicionales como harina, azúcar, sal, mantequilla, huevo y levadura. Tras amasar y darle forma, se agregan los “huesitos”, se deja reposar y se hornea antes de cubrirlo con azúcar. El pan de muerto, junto con otras variedades del pan mexicano, ha alcanzado gran aceptación internacional, consolidándose como un símbolo gastronómico y cultural de México.