México celebra el Día de Muertos, una tradición única que honra a quienes ya partieron. Según la Secretaría de Cultura del Estado, desde el 27 de octubre, las mascotas fallecidas comienzan a visitar a sus dueños, seguidas por los adultos y niños el 1 y 2 de noviembre, creando un vínculo entre el mundo de los vivos y los muertos.
Las ofrendas son el corazón de esta celebración, decoradas con fotografías, velas, frutas, pan de muerto y objetos importantes para los difuntos. El cempasúchil guía a los espíritus, y cada elemento de la ofrenda tiene un significado: el agua para la sed, la comida para recordar el hogar, el incienso para purificar y la luz de las velas para iluminar el camino.
