Un incidente inusual ocurrió en el aeropuerto de Córcega, Francia, cuando un controlador aéreo se quedó dormido durante su turno, dejando temporalmente sin supervisión la pista. Un avión, que intentaba aterrizar, tuvo que sobrevolar la terminal por casi una hora mientras la tripulación esperaba instrucciones y las luces de la pista permanecían apagadas.
El desconcierto aumentó entre los pasajeros y la tripulación, quienes no podían comunicarse con el personal de tierra. Finalmente, el controlador fue despertado y se restableció la comunicación, permitiendo que el avión aterrizara sin inconvenientes. Aunque no hubo heridos ni daños materiales, las autoridades investigan el incidente para garantizar la seguridad aérea y evitar que se repita.
El hecho ha generado debate sobre los turnos de trabajo y la vigilancia en aeropuertos, recordando que incluso un breve descuido puede poner en riesgo la operación de vuelos comerciales.