En Naica, Chihuahua, las noches están envueltas en un halo de misterio. Según la leyenda, bolas de fuego salen de las minas y recorren el cielo, señal de la presencia de brujas que habitan en la región. Una de las historias más contadas es la de Montserrat, una joven que, tras convertirse en bruja, regresa cada 31 de octubre para llevarse a los niños, perpetuando el temor entre los habitantes.
A esta fama sobrenatural se suma la Cueva de los Cristales, un fenómeno natural único en el mundo, cuyas imponentes formaciones refuerzan la aura mística y legendaria de Naica. Así, la comunidad minera combina ciencia, naturaleza y superstición, atrayendo tanto a curiosos como a creyentes.








